lunes, 25 de mayo de 2009

No se puede vivir sin humor.

El humor es uno de los condimentos esenciales de la vida, así se viene entendiendo desde tiempos remotos, desde Aristòfanes en la antigua Grecia, los teatros, aunque más que nada, los anfiteatros romanos y los inefables bufones de toda laya.La risa es esencial en nuestra cotidianeidad.Pero sin embargo advertimos que no siempre nos reímos por las mismas cosas, distintas actitudes, distintos estilos. Vale decir, la risa no siempre impacta en nosotros de la misma manera.Las comedias de Aristòfanes causaron el deleite de miles. De la misma manera, este tipo de prácticas fueron impactando en los romanos, con las representaciones en teatros y anfiteatros.Pero sin embargo había una enorme diferencia entre el deleite y el humor proveniente de estos espectáculos y la risa hueca, vana, vacía de contenido, proveniente de la bufonería.Nuestro tiempo no forma un universo aparte, nuestros días no están exentos del humor. La risa también es parte esencial de nuestras vidas.Y desde tiempos remotos, el humor, se ocupó de los políticos y la política.Tal nuestro caso.Quien no recuerda (en mi caso al verlos algunos años después de su emisión normal, en vivo) al irremplazable Tato Bores, con su, Tato y sus monólogos, o, Tato, siempre en domingo, tanbien, por siempre Tato, entre otros, o la noticia rebelde, con Castello, Guinzburg y Abrevaya, etc. Programas inolvidables en donde el humor venía inseparablemente abrazado a una enorme dosis de inteligencia, capacidad y contenido intelectual.Hoy, las miradas se concentran en la televisión basura, hoy, las miradas están puestas en show match, otra vez en Tinille, hoy, “gran cuñado”.La exageración de los defectos físicos como mayor rasgo humorístico, así, la banalización sustantiva de la capacidad intelectual y el contenido sentimental. La historia nos cuenta que la bufonerìa fue un recurso cómico que se fue acrecentando notablemente con el paso del tiempo.Pero vuelvo a mencionar, la bufonería era un acto profundamente distinto a las manifestaciones teatrales.Así como la historia tanto lleva sobre sus espaldas, que nos hizo conocer la existencia de los bufones y espectáculos teatrales, tanto tiene de sabia. Tanto de sabia tiene, que nos enseño que los bufones eran requeridos por los reyes, para que la risa vana desvíe a la plebe de las cuestiones primordiales, de las cuestiones estructurales y de fondo.Ingenuo aquel que crea que “gran cuñado” es inocente, el humor no es inocente, y menos, declaraciòn de guerra mediante.

Gabriel Erviti.

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