martes, 8 de diciembre de 2009

Las mil y una vidas.

Durante años hemos envidiado a esos felinos domésticos por su existencia , que tal la creencia popular, se extiende a lo largo de 7 vidas.
Así, pues, veíamos en esas tristemente célebres 7 vidas de los gatos, el máximo de nuestros sueños ante el deseo de la posible prolongación existencial.
Digo tristemente célebres porque, como es costumbre, caemos en la cuenta de la existencia de esas 7 vidas gatunas, cuando llegamos al punto de la supresión de una de ellas por algún que otro “accidente” domestico.
Pero para sorpresa de muchos (o mía al menos) el verdadero leitmotiv de nuestras vidas, deja su real reflejo en otros particulares y no en el lugar en que estábamos acostumbrados a imaginarlo.
Hoy, una de las verdades màs celosamente guardadas se nos ha sido revelada casi por descuido (o por quién sabe qué cosa del destino).
Hoy otro mito popular se desploma hasta las catacumbas por el empuje y la insistencia del iluminismo mediàtico vanguardista.
Hoy, para sorpresa mìa (o de muchos, quien sabe), las gloriosas 7 vidas gatunas viajan a ocupar un oscuro lugar secundario en el inviolable arcòn de los mitos olvidados, para descansar hasta la muerte, lenta pero inevitable.
Hoy descubrimos esperanzados ante los dichos de una eminente conductora televisiva, que la más extensa prolongación existencial está reservada a la impoluta civilización mediática.
“Nos matan todos los días” dijo la “su”, la eminente conductora en cuestión, o lo que es lo mismo, “tenemos mil y una vidas”.
¡Sabias palabras reveladoras!
Ante tamañas declaraciones de la musa de la señora verdad, no podía sino, la divina providencia mediática, màs que reproducir hasta el último recodo de nuestro culturoso país, tan sabias palabras edificantes y esperanzadoras, traspasando uno a uno los obstáculos reconocidamente imprudentes y barbàricos del siempre negramente presente aluvión zoológico.
Y así y todo, cuantos más obstáculos nos pongan por delante, más gozaremos el destruirlos, y cuanto más nos maten, más fuertes nos haremos.
Tenemos mil y una vidas por delante. ¿Cuántas tienen los otros?

•Por εἰρωνείa (eironeia).

lunes, 7 de septiembre de 2009

MONOPOLIOS

1.-Casi todas las “leyes” formuladas por los pensadores de la economía clásica fueron el producto de la equivocada metodología utilizada para su formulación.
Así, podemos citar, la formulada por Adam Smith cuando afirma que la “simpatía” entre los seres humanos disminuiría la agresividad de los participantes en el mercado.
Luego Ricardo, en lo relativo al nivel de los salarios, suponiendo excesos o defectos de la oferta laboral dado que, según sucediera, los obreros “produjeran” más o menos hijos.
Una tercera, que Keynes se encargó de anular, la de Say, cuando afirmara que toda oferta produce su propia demanda, de la cual deducía que el equilibrio de pleno empleo era el estado básico de la economía en tanto los desequilibrios resultaban solo transitorios y corregibles por el simple accionar del mercado.
Finalmente, el comportamiento racional de los seres humanos, afirmación que los sicólogos y neurólogos se han encargado de rectificar, por lo cual se han otorgado recientes premios Nóbel de Economía.

Porqué para alcanzar la formulación de las llamadas “leyes” consecuentes con estas afirmaciones fueron el producto del uso de metodologías de investigación totalmente incorrectas?

Porque, tratándose de la ciencia económica ligada íntimamente a las ciencias del hombre, se utilizó la metodología de la deducción, correspondientes a la lógica y la matemática y no la inducción seguida por la experimentación.




Pitágoras dedujo su famosa formulación de que “el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos”, sin necesidad de ninguna experimentación posterior para confirmarla.

Otros podrían mediante deducciones diferentes sostener o no el teorema pitagórico, pero
no aportar comportamientos distintos surgidos de alguna experimentación.

La conclusión es que las formulaciones de los autores de la economía clásica no son leyes sino DOGMAS o VERDADES SUPUESTAMENTE REVELADAS SIGUIENDO LA TRADICIÓN IMPUESTA POR LA IGLESIA CATÓLICA DURANTE LOS SIGLOS PRECEDENTES QUE LUEGO FUERON CAYENDO UNO A UNO PASANDO, PREVIAMENTE, POR LA INQUISICIÓN QUE MATÓ A MILES DE SUPUESTOS HEREJES QUE NO LO ACEPTABAN.
La economía clásica también los mata, no en las hogueras pero si de hambre y de miserias absolutas provocadas por el falso DOGMA DEL MERCADO PERFECTO E INTOCABLE.


.-Demos razón ahora a los motivos de esta introducción para referirnos al tema específico de los Monopolios
¿Porque en el área de la formulación de precios, el análisis marginal, el punto de equilibrio, el costo y el ingreso marginal ,temas desarrollados por múltiples analistas surgidos del área de la economía y especialistas de costos, también se expresan conclusiones que no se compadecen con la realidad?.
Comencemos a analizarlas.
a)en general las empresas se clasifican en tres grupos, grandes ,pequeñas y medianas, aplicándose para esa división ,variables lábiles, en muchos casos no generalmente reales sobre todo desde el punto de vista de la formulación de los precios.

b )teniendo en cuenta el último objetivo señalado ,el de los precios, las empresas se deben clasificar en dos grupos, a saber,
1) empresas fijadoras de precios
2) empresas tomadoras de precios

Las primeras son aquellas empresas que tienen por “nicho” o el total dominio del mercado- monopólicas- o un “nicho” parcial pero significativo de esa totalidad- oligopolios.

Para fijar los precios las empresas enfrentan dos variables, a) el mercado, b) los costos.
Las del grupo a) solo tienen en cuenta la variable mercado, ignoran para la toma de sus decisiones la incidencia de los costos .Las del grupo b) inversamente, al ser para ellas los precios del mercado valores fijados sobre los cuales no pueden influir como si fuera un mercado de competencia perfecta, deben tener el cuenta la otra variable, la de los costos.

3)Cómo actúan las fijadoras de precios, admitiendo una distinción entre monopolios y oligopolios dado la diferencia en el dominio del mercado, el que genera como lo titulan los economistas, “la competencia oligopólica”?
Los monopolios deciden per se, los oligopolios, en muchos casos mediante acuerdos sobre los nichos que les corresponden que eliminan la problemática de la competitividad por diferencias de precios.

Reducida la incertidumbre del número de unidades a vender la resolución de los precios se realiza mediante la estimación de estos que les asegure un ingreso total mediante el cual se cubran la totalidad de los costos quedando un remanente que relacionado con el capital invertido les ofrezca un % de recuperación sobre el mismo “”aceptable” para el grupo accionario.

Los costos, repetimos no son tenidos en cuenta salvo en su totalidad en tanto los unitarios son solo una preocupación al único efecto de los análisis de productividad de la mano de obra, fijación de premios, etc

No debemos omitir que estas empresas suman a sus costos reales, el denominado “costo de oportunidad” fijado según porcentajes arbitrarios aplicados sobre la inversión de capital.

Pero, debemos destacar, además, que según las características referidas a las conductas empresariales cuando actúan en “mercados estrechos” como el de Argentina, fijan las utilidades por unidad de producto dejando de lado toda relación con el volumen.

De ello, resulta, que ese comportamiento detectado por sicólogos hace ya muchos años, determine la siguiente consecuencia: cuando sube la demanda aumenten los precios, cuando baja la demanda, también.
Esto da lugar a la figura denominada Stagflación, singular figura que los clásicos no analizaron quedando reducidos a las ya conocidas de inflación y deflación.

Un ejemplo clarísimo de esta conducta la ofrece el siguiente análisis, luego de la devaluación y a medida que el mercado interno y el externo fueron creciendo las empresas nacionales pasaron del 30/40% del uso de sus capacidades productivas a % cercanos y aún superiores al 100% sin que por ello en todo este período y aún con la baja en la cotización del dólar, se hubiera detectado una baja o detención temporaria en el incremento de los precios internos.

Los precios son indiferente a su relación con el volumen ,inflexibles a la baja, y solo son rectificados hacia arriba cuando el volumen inicial para calcularlos tiene a bajar por reducción de la demanda.
Es decir, la única variable que siempre respetan es la que se refiere al % de rendimiento del capital invertido.


Como hemos dicho más arriba, las empresas tomadoras de precios, con un mercado con precios sobre los cuales no pueden influir, de las dos variables, mercado y costos, deben ocuparse de sus costos ,tema del cual nos ocuparemos en otra oportunidad

3.-pasemos a otros temas.

Es correcta la afirmación de que del análisis marginal y las herramientas de su utilización
el llamado punto de equilibrio, la ley de productividad decreciente, el costo y el ingreso marginal, habilitan conclusiones de valores absolutos e indiscutibles?

Veamos más de cerca estos problemas.
Todas son fórmulas condicionadas por un conjunto de limitaciones que solo cumpliéndose, las hacen válidas.
Por ejemplo, el análisis marginal exige que se tengan en cuenta solo los insumos variables. No los fijos, ni los semi fijos..Además, sin distinguir en estos dos grupos los fijos de estructura de los fijos operacionales, de diferente incidencia en el nivel de actividad.
Por otra parte, ignorando que el único factor variable es el del material directo y ningún otro. Esto reduce el análisis a un solo factor de los costos, lo que aleja este análisis totalmente de la realidad, y sobre todo, de su valor proyectable.

Como el punto de equilibrio se basa en el análisis marginal sus conclusiones, resultan, a vez, limitadas e insuficientes.

Por otra parte, el análisis marginal ha perdido su importancia desde el momento en que las estructuras de los costos ha cambiado significativamente dando lugar a que los factores indirectos sumen porcentajes superiores al 50% y aún más, y la mano de obra ha perdido total gravitación.

Concientes de que la afirmación efectuada por la “ley” de la productividad decreciente no es válida para la toma de decisiones, las empresas que detectan el dominio del mercado consideran que los costos marginales son constantes y de este convencimiento derivan las conductas señaladas en lo referente a las incidencias de los cambios en los volúmenes.

CONCLUSIONES, en tanto sigan existiendo empresas que decidan los precios del mercado no habrá soluciones .Los monopolios y oligopolios no deben (o deberían?) existir
.De ahí la indispensable intervención del Estado para evitarlos, ilegalizándolos.


Rubén A.Visconti
profesor titular de Costos de la FCEyE de la UNR

viernes, 7 de agosto de 2009

Nuevo manifiesto del partido comunista.

Los vientos de la historia parecen otra vez estar de nuestro lado.
Los días pasaron pero para nada indemnes por nuestros cuerpos.
Sabemos que los avatares de la historia son abruptos y pasajeros.
Por eso es que no podemos dejar de manifestarnos por lo que en estos días estamos viviendo en un inhóspito país del sur. Porque las semillas crecen y las raíces pueden extenderse, y a los árboles, con esfuerzo y trabajando por el pueblo, en numerosos bosques podemos convertir.
Llegamos al conocimiento de que en un recóndito país periférico, en un país del sur de América, la bandera roja vuelve a flamear con fuerza.
La Argentina no deja de sorprendernos.
En un pueblo de la llamada pampa húmeda, el comunismo se impone con fuerza y decisión.
Colón provincia de Buenos Aires, así se llama nuestro nuevo bastión.
Lejos quedaron la Cuba Castrista y la Venezuela Bolivariana. Se ha construido nuestro nuevo paradigma.
La ciudad alguna vez devorada por el capitalismo salvaje y extranjerizante, hoy muestra una profunda raigambre comunista.
Con esta enorme innovación, atrás quedó nuestro viejo itinerario, atrás quedaron esos principios fundamentales para llegar al comunismo, atrás quedó ese camino para llegar a la igualdad del pueblo.
Un nuevo camino hacia el socialismo se nos muestra como superador.
La cumbre de la abolición de la propiedad privada se nos ha demostrado, utopías que se creían desaparecidas vuelven con mas fuerzas que nunca, pero ¡cuan equivocados estábamos, cuan errados vivimos!
¡Cuan errados estábamos cuando creíamos la meca del socialismo la abolición del dinero, cuando creímos en la igualdad en el acceso a la salud, a la educación!
Hoy descubrimos deslumbrados, nuestros deseos realizados.
Hoy en Colón, el pueblo es realmente el pueblo.
La meca de la abolición de la propiedad privada esta en Colón.
Se ha abolido la propiedad privada de los sanitarios.
¡Cuanto hemos avanzado!, ¡cuan lejos quedaron nuestros luchas superficiales!
Nuestra lucha fundamental se nos ha descubierto.
¡Que todos tengamos acceso al retrete y al mingitorio!
Socialismo puro se nos ha revelado, que todos podamos acceder a un baño público, la cumbre de la comunidad.
Eso es Colón, ahí está Colón, ¡admiren la cumbre del socialismo!
En Colón hemos ganado la durísima batalla contra los explotadores del pueblo, fundamentalmente del rubro sanitario.
Pero ahí está el resultado, mingitorio y retrete para todos, baño público al aire libre.
Con solo caminar unas cuadras, los colonenses se pueden encontrar con el hermoso fruto de la lucha del socialismo en beneficio del proletariado, con la bandera del comunismo en el corazón.
Baño al aire libre, las mal llamadas, por los detractores del pueblo, los explotadores, los dueños del capital, cloacas a cielo abierto.
Ellos saben que en eso el socialismo vive y crece, por eso le mienten y explotan al pueblo.
Para ellos no son baños públicos, son cloacas a cielo abierto.
Defienden profundamente la propiedad privada y luchan contra todo aquello que atente contra ella.
No quieren lo público, no quieren equidad, luchan contra la igualdad, desprecian al pueblo y explotan al proletariado.
Por eso nuestra intromisión, no vamos a dejar que el socialismo sea banalizado, no vamos a dejar que las clases dominantes exploten y mientan al pueblo. Nuestra lucha continúa y allí se hace fuerte.
Tenemos nuestro bastión.
El socialismo es igualdad, y la imprescindible posibilidad del acceso a un baño público es nuestra lucha.
Las aguas de la libertad parecen no estar podridas ni infectadas.
¡Ahhh, los olores de la liberación!.
Los comunistas consideramos despreciable el mentirle al pueblo, la mentira es la forma de mantenerse de los explotadores, y nuestro triunfo esta en la verdad, y nuestros objetivos solo pueden hacerse realidad en la mediada en que caiga violentamente el orden social establecido.
Los explotadores tiemblan ante la revolución comunista.
Los proletarios no tienen nada que perder en ella, salvo el inodoro.
Y tienen un mundo para cagar. ¡Perdón, ganar!
Las huellas de la salvación no se han borrado y para su profundización lucharemos.

¡Colonenses de todos los barrios, uníos!


•Por εἰρωνείa (eironeia).

miércoles, 8 de julio de 2009

¿El pueblo quiere saber de que se trata?.

Pasadas las elecciones, las voces de algunos grandes pensadores, no dejaron de merodear por mi cabeza.Una y otra vez, se hacían presentes, cada vez que me proponía profundizar el análisis.Una de las voces que alcancé a escuchar fue la de Arturo Jauretche, cuando nos decía: “la clase media vota bien cuando esta mal y mal cuando esta bien”.No podía no pensar en las elecciones del 2003, dos años después de la debacle del 2001 que todos recordamos, en la cual la clase media se volcó en gran magnitud, por Néstor Kirchner (aunque es necesario aclarar que Kirchner se alzó con la victoria después del fallido ballotage con Menem, el candidato más votado en primera instancia y al haber este abandonado la postulaciòn) y se revalidó el resultado en el 2005 y con el 45% de Cristina en el 2007.Sin embargo, por estos días, nos encontramos con que la clase media cambio de candidato o lisa y llanamente, votó en contra de Kirchner, sin importar a quien votaba.No deja de sorprenderme la actualidad de las palabras de Arturo.La clase media, después del desastre del 2001, vota el cambio, con Néstor Kirchner, y lo niega, en estas elecciones, cuando su condición ha mejorado considerablemente.Sin embargo, el revés no solo viene desde este sector, desde ya, viene desde los grupos concentrados, pero sin embargo no nos vamos a detener en este sector, sino que nos vamos a centrar en aquellos que acompañaban al Kirchnerismo, y hoy dejaron de hacerlo, vamos con la clase más desprotegida, vamos específicamente al codiciado conurbano bonaerense.La clase media ha votado históricamente desde un punto de vista absolutamente personal, es decir, mirando siempre solo sus propios intereses.Enrique Martínez, presidente del INTI, en una nota de hace unos días en página 12, nos decía básicamente lo mismo con respecto a la clase media, y nos sumaba que el problema en el segundo cordón del conurbano, fue que la clase baja dejo de ser baja y pasó a ser media, y por esta cuestión, empezó a actuar como tal.Siguiendo esa línea, voy a ir un poquito más lejos y digo, en principio que no comparto asumir que un sector asimile de tal manera el comportamiento de ese otro sector del que ahora forma parte, y actúe de la misma manera.Creo que la cuestión es más profunda y compleja.El problema me parece no es solo que la clase media vota de acuerdo a sus propios intereses sin preocuparle el destino común, el problema creo, es que todos los sectores votan de acuerdo a sus intereses personales y no de acuerdo a un fin conjunto.Desde este punto de vista, y siguiendo con la interpretación de Martínez, creo que se llega a un buen análisis. Si, la clase media vota de acuerdo a sus intereses, y esa clase baja, que pasó a ser media, votó como clase media, porque votó de acuerdo a sus propios intereses.La cuestión esta en que lamentablemente todos votan de acuerdo a sus propios intereses, pero la clave, creo, esta en que, en momentos de crisis, como el 2001, la cuestión era (interpretando a la clase media) salir del pozo, ahora alejarse cada vez más de los de abajo (y parecerse más a los de arriba), y en cuanto a la clase baja, creo que vale decir que siempre votó de acuerdo a sus propios intereses, pero la clave me parece, radica en que solo los gobiernos de izquierda o centro izquierda, traducen los pedidos de la clase trabajadora. Es decir, la clase media pulula de mayor a menor o viceversa, la clase baja, es siempre clase baja, al crecer, deja de ser baja y pasa a ser clase media, y sus intereses, pasan a ser los de la clase media.En concreto, apoyaron al peronismo, o a la izquierda o centro izquierda, porque eran quienes en mayor medida se hacían eco de sus pedidos.Para ser claros, ese sector de la clase baja, votó de acuerdo a sus intereses como siempre lo venia haciendo, pero sus intereses ahora cambiaron, son los de la clase media, entonces votó como clase media (lo que ahora es).Ahora, llegando a la conclusión de que se vota de acuerdo a intereses personales, me pregunto, ¿son nuestros intereses realmente nuestros?Estamos inmersos en la era de la revolución comunicacional, se nos ahoga con información superficial, vana, y subliminalmente se nos impone el mensaje.Nos dice José Pablo Feinmann: “lo poderoso del poder comunicacional consiste en dar las respuestas, al hacerlo elimina la posibilidad de las preguntas, y sobre todo de la pregunta fundamental, ¿es justa la sociedad del poder?, ¿es justo que el poder sea el poder?, ¿Qué pienso “yo” de todo esto?”.Retomando, decía, que las voces de grandes pensadores llegaban a mi memoria.Esta frase me venia perturbando desde entonces, “el pueblo nunca se equivoca, pero muchas veces se lo engaña”, nos decía Jean-Jaques Rousseau.¿Había el pueblo votado con acierto o había estado equivocado?, ¿estaba siendo el pueblo engañado?.Mariano Moreno, en uno de sus increíblemente actuales textos, el plan de operaciones…, nos decía: “los pueblos nunca saben, ni ven, sino lo que se les enseña y muestra, ni oyen más que lo que se les dice”.Otra de las frases que llegaron a mi memoria hizo que se me aclararan un poco las ideas. “no hay hechos, hay interpretaciones”, así nos diría Nietzsche.Entonces, al no haber hechos, al haber interpretaciones, nos esta dando la pauta fundamental para pensar en que a pesar de las distintas posturas, hay una que se impone sobre las de más. La voluntad, es la voluntad del poder, nos diría Nietzsche, y la verdad, es la “verdad” del poder, osea, “no hay hechos, hay interpretaciones”, y es el poder el que impone esa interpretación, no hay hechos, hay verdades, y hay verdades del poder.De pronto me vino a la memoria Rene Descartes: “cuando una cuestión fuere de entendimiento difícil, de nada vale contar los votos, porque al ser de entendimiento difícil, es más probable que sean pocos los que tengan la capacidad para entenderla”.Entonces, me preguntaba, ¿Cómo no va ser una cuestión de entendimiento difícil, aquella en la que los medios de comunicación, vale decir el poder, manipulan a su antojo la información, y hacen de “su” verdad, “la verdad”?, ¿Cómo no va a ser el pueblo engañado, siguiendo la frase de Rousseau, si desde los medios de comunicación se nos bombardea constantemente imponiendo subliminalmente “la verdad”?, imponen “su” verdad, que como verdad del poder, se convierte en “la verdad” y como todos sabemos, los intereses de los grupos concentrados, son intrínsecamente opuestos, a los intereses del pueblo.A raíz de esto, otra vez toco a las puertas de mi memoria Rene Descartes, volvamos a dudar de todo.Descartes nos decía que “de lo único que no puedo dudar es de mi duda”, todo lo demás no puede escapar de nuestra duda, dudemos de todo, dudemos de nuestras interpretaciones, el poder impone “la verdad”, los medios de comunicación nos imponen el “se”, no nos instan a pensar, sino más bien, nos dan las respuestas a las preguntas que ellos mismos hacen, de esta forma nos cierran las puertas de la interpretación, nos cierran la instancia de las preguntas, y sobre todo, la pregunta fundamental, “¿Qué pienso “yo” de todo esto”, como nos decía Feinmann.Descartes “apagó el televisor” de la iglesia, es decir, dejo de tomar como propio lo que desde ahí venia.Volvamos a Descartes, apaguemos el televisor y empecemos a dudar de todo.Si la verdad, como nos dijera Nitzsche, es la verdad del poder, después de pasar por Descartes, digo con total decisión y convicción, que prefiero no tener razón, no tener “la verdad”, estando del lado de las madres y abuelas de plaza de mayo, la agrupación H.I.J.O.S., las dos centrales de trabajadores argentinos, los pueblos originarios, con José Pablo Feinmann, Ricardo Forster, Horacio Gonzalez, Juan Gelman, Aldo Ferrer, Alejandro Dolina, Luis Felipe Noe, los pueblos hermanos como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil y tantos tantos otros, que lucharon por la Justina social, a tener razón, a tener “la verdad”, del lado de La Sociedad Rural, la U.I.A., la iglesia católica, el Pentágono, Cecilia Pando, Duhalde, Menem, Macri, Carriò, Mirta Legrand, y tantos, tantos otros que vienen horadando desde sus inicios, la justicia social y nuestra constitución democrática.

Gabriel Erviti.

jueves, 18 de junio de 2009

Ser o no ser, esa es la cuestiòn.

La televisión desborda nuestras vidas, se inserta, cada vez con mayor intensidad, en nuestro día a día, nos agobia con información superficial que se vuelve permanente en el que hacer cotidiano, información pueril, efímera, banal, vacía, hueca.La televisión no es una ventana a la realidad, sino más bien, podemos decir que es una pintura enigmática, pero ella si penetrante, incisiva, reiterativa y contundente en su mensaje, pero subliminal en su contenido, en su forma de transmisión. Penetrante - impenetrable, descriptiva pero indescifrable.Detrás de su mensaje para nada difuso, se esconde su propio ser, su esencia, su contenido, se esconde su forma, sus ideas, su negación de lo real, y la fuerte búsqueda de imposición de sus intereses, y con ese velo de espontaneidad y naturalidad, esa supuesta transparencia, se esconde perfectamente la condición colonizadora del mensaje, la condición conquistadora de su lenguaje, del estilo, de las formas utilizadas, la idealización estructurada de un sistema perverso particularizado, en busca de sus propios intereses esquivos, malversando la salud del sistema social, desquebrajando su estructura, al punto de polarizar discusiones complejas, apoyándose impúdicamente sobre ese sector de seguidores, contrariándolo con los sectores más desprotegidos, provocando el enfrentamiento entre ambos, en detrimento de ambos, en su total y absoluto beneficio.Los medios de comunicación juegan un rol importantísimo en la conformación de una sociedad.En tiempos eleccionarios, como este, el rol que los medios ocupan, es fundamental.Paradoja esta, al conocer que uno de los candidatos a diputado por la provincia de Buenos Aires, principal distrito eleccionario, es “dueño” de un canal de cable, con un alto numero de receptores.No hace falta mucho ingenio para darnos cuenta de la subordinación a la cual se encuentran sometidos los periodistas que trabajan en ese medio.Algunos días atrás, llegamos al conocimiento de un caso que era de esperar, si es que todavía, tal mi caso, veíamos una luz de esperanza en el periodismo.Francisco De Narváez, el candidato a diputado en cuestión, fue “invitado” al programa tres poderes, de su canal, conducido por Sietecases, Montenegro y Rozin.Quizás “inesperadamente”, los periodistas hicieron su trabajo.El tono de la entrevista fue bastante rìspido, las preguntas punzantes, y la incomodidad y la desazón del candidato, muy evidentes.La insistencia de los periodistas, en temas a los que el candidato venía siendo esquivo, produjo en este último, un notorio cambio de actitud, aquel que nos tiene acostumbrados a su risa fácil y recurrente y la sonrisa que solo pueden tener quienes viven despreocupados de sus alrededores, propia de aquellos que no tienen que pelearla día a día, quienes tienen el futuro asegurado de por vida.Frente a esto, el candidato cambió su actitud y su expresión, dejo de reír, y sus miradas decían todo.El dueño de casa elige que se toma en la mesa, si no nos gusta lo que nos sirven, mañana va a ser otro el que nos sirva.Neurálgicamente, el programa dejo de salir al aire.En el momento en que uno de los periodistas, Sietecases, daba su reflexión final, donde contaba sobre la dificultad de trabajar frente a los “dueños” de los medios, “uno no elige para quien trabaja”, dijo el periodista, el programa dejó, intempestivamente, el aire.Si bien es cierto que uno puede terminar no eligiendo para quien trabajar, lo seguro es que el “dueño” si elige quien trabaja para el y quien deja de hacerlo. La ley prohíbe la postulación de quien es dueño de un canal, porque probablemente, opino, la cosa se dé de esta manera; compra de un medio, proyección de mi candidatura, divulgación, repetición de los actos de campaña, en síntesis, propagandizaciòn eleccionaria. Entonces, decíamos, es prohibitivo a los dueños de medios, ser candidato en elecciones estatales.Alguien dijo alguna vez, y se volvió refrán, “hecha la ley, hecha la trampa”, sabias palabras de ingenio popular!.Nadie niega que “Francisco”, sea dueño (por lo menos socio mayoritario) del canal “America”, hasta se ha dicho públicamente, me viene a la memoria el escucharla a “la señora de los almuerzos”, diciendo, cada vez que se hablaba del candidato, la libertad que tiene con el gran, enorme, querido y nunca bien ponderado Francisco, dueño del canal. Nadie lo ha negado, nadie salió a desmentirlo.Pero sin embargo, lo dicho, “hecha la ley, hecha la trampa”.Francisco De Narváez no figura en los papeles de propiedad del canal, así es, el dueño, parece no ser tan dueño. Pero es eso, solo parece, y solo parece en ese sentido, como solo parece en tantas otras cosas, parece un buen tipo, parece humilde, parece honesto, así es, parece. Pero el parecer, no es ser.El 28 de junio, algunos dirán, nos “espera” un acto eleccionario, yo digo, vamos por una elección, y vamos con ansias, con decisión, con voluntad, con esperanza.Entonces, el 28, vamos al cuarto oscuro y en nosotros, y solo en nosotros, esta la elección, solo en nosotros está la decisión, el votar a quien nos “parece” bueno, o a quien vimos hacer, escuchamos proponer y en definitiva sabemos quien es, sabemos que hizo, y que no hizo y que falta por hacer, porque el ser, no es parecer, el parecer es fachada, el ser es esencia, el ser es existencia, y el parecer es nada.

Gabriel Erviti.

lunes, 25 de mayo de 2009

No se puede vivir sin humor.

El humor es uno de los condimentos esenciales de la vida, así se viene entendiendo desde tiempos remotos, desde Aristòfanes en la antigua Grecia, los teatros, aunque más que nada, los anfiteatros romanos y los inefables bufones de toda laya.La risa es esencial en nuestra cotidianeidad.Pero sin embargo advertimos que no siempre nos reímos por las mismas cosas, distintas actitudes, distintos estilos. Vale decir, la risa no siempre impacta en nosotros de la misma manera.Las comedias de Aristòfanes causaron el deleite de miles. De la misma manera, este tipo de prácticas fueron impactando en los romanos, con las representaciones en teatros y anfiteatros.Pero sin embargo había una enorme diferencia entre el deleite y el humor proveniente de estos espectáculos y la risa hueca, vana, vacía de contenido, proveniente de la bufonería.Nuestro tiempo no forma un universo aparte, nuestros días no están exentos del humor. La risa también es parte esencial de nuestras vidas.Y desde tiempos remotos, el humor, se ocupó de los políticos y la política.Tal nuestro caso.Quien no recuerda (en mi caso al verlos algunos años después de su emisión normal, en vivo) al irremplazable Tato Bores, con su, Tato y sus monólogos, o, Tato, siempre en domingo, tanbien, por siempre Tato, entre otros, o la noticia rebelde, con Castello, Guinzburg y Abrevaya, etc. Programas inolvidables en donde el humor venía inseparablemente abrazado a una enorme dosis de inteligencia, capacidad y contenido intelectual.Hoy, las miradas se concentran en la televisión basura, hoy, las miradas están puestas en show match, otra vez en Tinille, hoy, “gran cuñado”.La exageración de los defectos físicos como mayor rasgo humorístico, así, la banalización sustantiva de la capacidad intelectual y el contenido sentimental. La historia nos cuenta que la bufonerìa fue un recurso cómico que se fue acrecentando notablemente con el paso del tiempo.Pero vuelvo a mencionar, la bufonería era un acto profundamente distinto a las manifestaciones teatrales.Así como la historia tanto lleva sobre sus espaldas, que nos hizo conocer la existencia de los bufones y espectáculos teatrales, tanto tiene de sabia. Tanto de sabia tiene, que nos enseño que los bufones eran requeridos por los reyes, para que la risa vana desvíe a la plebe de las cuestiones primordiales, de las cuestiones estructurales y de fondo.Ingenuo aquel que crea que “gran cuñado” es inocente, el humor no es inocente, y menos, declaraciòn de guerra mediante.

Gabriel Erviti.

viernes, 22 de mayo de 2009

Ataque al pensamiento.

  • El denuesto al estudio, al pensamiento, a la investigación, al conocimiento, se está volviendo peligrosamente cada vez más evidente.
    Parece ser que la economía maneja nuestras vidas.
    Al lamentable y repudiable ataque al pensamiento que vivimos cuando al profesor Horacio Potel se lo acusó de plagio por subir a Internet textos sobre Nietzsche, Derrida y Heidegger fundamentalmente, ahora se suma la amenaza a investigadores por estudiar temas relacionados con la toxicidad de los productos agroquímicos.
    El caso de Potel es un caso bastante interesante para hacernos pensar en cual debe ser el rol de las corporaciones económicas en nuestra información.
    La denuncia fue presentada por la cámara Argentina del libro, a raíz de las quejas manifestada por La editorial “Les Editions de Minuit”, en la embajada francesa.
    Los textos publicados por Potel, son textos muy difíciles de conseguir, mucho más todavía en Argentina.
    La editorial denunciante tiene algunos textos publicados de Jacques Derrida, sin embargo, esta editorial no tiene publicados libros en Argentina.
    "Invito a mis denunciantes a que me digan, dónde puedo encontrar el material que con su acción judicial obligaron a destruir, en qué librería se puede comprar, en qué biblioteca se puede consultar", critica Potel. "Yo tardé años en reunirlo. Muchos textos no pueden ser adquiridos y aún así están protegidos por leyes de propiedad intelectual. Además los precios de las editoriales extranjeras son prohibitivos para los latinoamericanos".
    La acción judicial llevó a que el profesor Potel desactivara las páginas de Derrida y Heidegger, esta última como medida cautelar, ya que la acción fue dirigida hacia la página de Derrida. La página de Nietzsche no fue deshabilitada porque el derecho de propiedad sobre su obra caducó, por los años de la desaparición física del autor.
    Parece ser que el derecho de propiedad intelectual es meramente el derecho a manipular la información.
    ¿No es el objetivo de Internet globalizar la comunicación?. ¿No vemos profundamente vedada esa posibilidad frente a este tipo de acusaciones?.
    El profesor Potel puso el conocimiento al alcance de todos, ¿es esto un delito?. Bueno, parece ser que para este tipo de editoriales si, dejan innegablemente al desnudo que lo que menos les importa es la gente, lo que menos les importa es la real difusión del conocimiento. Lo único que les importa es vender, lo único que les importa es la plata.
    En manos de esta gente está la información, de estos y tantos otros que tienden al mismo objetivo, la desinformación, la mala información y hasta en muchos casos la imposición de información falsa.
    Como si esto fuera poco, llegamos al sorprendente conocimiento de la amenaza a profesionales dedicados a la investigación.
    Después de una nota publicada en página 12, en la cual se exponía la investigación realizada por el instituto de embriología molecular y el C.O.N.I.C.E.T., dirigida por el Doctor Andrés Carrasco, investigador del C.ON.I.C.E.T., y director del instituto mencionado, que dejó manifiesta la toxicidad de uno de los productos agroquímicos más usuales, el Roundup, las repercusiones tomaron un importante cuerpo, y las amenazas no se hicieron esperar.
    ¿Estamos atados e irremediablemente dominados por el poder económico, por el mercantilismo?.
    ¿No deben ser las voces de profesionales, intelectuales y artistas atentamente escuchadas?.
    ¿No hay libertad de conocimiento, libertad de expresión?, parece que si la hay, es solo en la medida en que a ellos les convenga.
    Somos todos muy liberales y democráticos, hasta que nos tocan el bolsillo.
    ¿Alguno de ustedes sabe que es el espacio “carta abierta?.
    Bueno, carta abierta es una organización formada por un importante número de los más grandes intelectuales del país.
    Un grupo de intelectuales que se junta a pensar el país, su actualidad, sin separarse de su historia y todos los aspectos que nos ayuden a pensarlo de la mejor manera posible.
    No es casual que las declaraciones, las cartas, de este grupo, no sean difundidas, no es casual.
    Estemos o no de acuerdo con lo que se nos plantee desde este espacio, es indudable la profundidad del análisis de los temas, la expresividad y el alto nivel explicativo de sus comunicados, siempre con un profundo análisis teórico-práctico.
    No, no es casual, las voces distintas a las nuestras deben ser silenciadas, este es el sentido, esta, además, es la única forma para que el debate se haga (como es) enormemente superficial, estamos acostumbrados a la complacencia con el parecer de los medios, parecer por demás superficial, y manipulado.
    Otro caso más de la terrible intromisión del mercantilismo, un ejemplo más del nefasto dominio de la economía.

Gabriel Erviti.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Repudio por amenazas a investigadores.

Red de intelectuales, artistas y acadèmicos (Argentina).
Voces de alerta
Los abajo firmantes, científicos, académicos, intelectuales, artistas hacemos pública nuestra posición crítica ante toda intromisión mercantilista y pragmática del poder económico sobre la autonomía del sistema científico-universitario. Con la retórica del “productivismo” que corre en estos tiempos –diferenciándose de la acumulación financiera de décadas anteriores- se busca sacar del debate aquello que en la comunidad internacional hace tiempo está siendo objeto de preocupaciones y acciones de redes científico-académicas: el conocimiento, especialmente el público, ¿está sitiado por el mercado?, ¿qué condiciones de ejercicio hay para la independencia científica y, sobre todo, para ejercer el derecho ético de dar voz de alarma ante los daños, sin sufrir represalias o sanciones más o menos veladas? La comunidad académico-científica tiene sus Voces de alerta, con argumentos de las llamadas “ciencias duras” – biología, geología, glaciología, química, etc., entre otras-, y también de las “ciencias blandas” –ciencias médicas, derecho, sociología, ecología social, economía política, arqueología, antropología, educación, etc.- entre varias destacables. Científicos y universitarios están procurando ser escuchados para evitar y/o mitigar los riesgos ciertos de daños irreparables y, sobre todo, de un gran sufrimiento social.El discurso de políticos, funcionarios, comunicadores y mediadores contratados por las corporaciones económicas producen, a manera de discurso único el canto de sirena del “desarrollo sustentable” del modelo sojero y la “minería responsable” como factor de transformación, y ese discurso hegemónico es estratégicamente legitimado por actores universitarios y científicos pagados por las transnacionales en un sistema público que ha sido desapropiado. ¿Qué condiciones hay para que las voces críticas de universitarios y científicos contra el modelo extractivista sean escuchadas? ¿Qué posibilidades de construir agenda pública sobre estos temas acuciantes para el bien común? ¿Qué promoción de ciudadanía y exigibilidad de derechos caracteriza a este escenario, donde las voces independientes y críticas, con la autoridad de saberes y trayectorias no cooptados, son negadas, difamadas, silenciadas, cuando no malversadas?En estos momentos de gran debate por la aparición pública de los resultados de una investigación de agroquímicos de expandida difusión en la agricultura argentina afirmamos nuestra decisión por mantener un sistema científico universitario autónomo de los grandes intereses económicos corporativos; con libertad de pensamiento e investigación, enmarcados en los principios éticos de cada campo disciplinar y en la ineludible responsabilidad para con las sociedades y sus sectores sociales de mayor vulnerabilidad.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Colonizaciòn de subjetividades.

Estamos viviendo días importantísimos que hacen a la consolidación de la democracia.
Se está debatiendo sobre un nuevo proyecto de ley de radiodifusión.
La necesidad de terminar con una de las pocas leyes estructurales promulgadas por la dictadura del 76 (la otra que aùn subsiste es la ley de entidades financieras), es innegable.
La era de la comunicación nos avasalla, los medios de comunicación ocupan dìa a dìa , màs y màs tiempo de nuestros vidas.
Estamos viviendo inmersos en la era de la revolución comunicacional.
Es indudable la enorme influencia de los medios de comunicación en nuestras vidas, se preocupan férreamente por colonizar nuestra subjetividad, cuando los medios son “el medio” (tal nuestro caso), estamos en serios riesgos de vivir, como dirìa Martín Heidegger (uno de los filósofos màs importantes del siglo XX), inautenticamente.
El da (ahì) sein (ser), el dasein, el ahí del ser, el hombre, dirá Heidegger, es arrojado al mundo, un mundo ya constituido, un mundo en donde èl es uno màs, y donde los demàs dasein tambièn son uno entre tantos, pero a la vez, cada uno, unido a los demàs, juntos, forman un conjunto, forman un todo.
Entonces, llegamos a un mundo constituido, llegamos y formamos parte de ese todo, nos acoplamos a la totalidad.
Vivimos inautenticamente, no vivimos de forma autentica, vivimos de manera inautentica, somos el otro, somos lo mismo que el otro, somos el todo, o no somos nada, somos uno màs, pero no somos parte esencial de ese todo, somos simplemente uno màs que si no existiese, el todo seguiria existiendo y no se enteraria de nuestra ausencia.
Venimos al mundo, y desde que nacemos los medios de comunicación empiezan su tarea de colonizadores de conciencias.
Vivimos en estado de interpretado, diria Heidegger, no pensamos, somos pensados, vivimos inautenticamente, porque no rompemos con eso que se nos impone ser. Como nos dijera el filósofo Jean-Paul Sartre (cito de memoria); “el hombre es, lo que hace, con lo que hicieron de él”: Ahí esta nuestra libertad, nuestra independencia.
Pero estamos acostumbrados a la inmediatez, a la nada.
Nadie nos obliga a consumir lo que no queremos, pero si se nos obliga a hacer algo, si queremos salir de ese consumismo.
Hay una distancia enorme entre la elección y la obligación.
No se nos obliga a consumir, pero si se nos obliga a elegir, a hacer, si queremos desacostumbrarnos.
En la costumbre no hay elección, justamente llegamos al acostumbramiento por nuestra falta de decisión. Nos acostumbramos porque no hacemos, nos acostumbramos porque no elegimos, nos acostumbramos porque nos quedamos con lo que nos venden.
Los medios no formen pensamiento, lo decimos en palabras de Feinmann: “lo poderoso del poder comunicacional consiste en dar las respuestas. Al hacerlo elimina la posibilidad de las preguntas. Y sobre todo de la pregunta fundamental, ¿es justo que el poder sea el poder?, ¿es justa la sociedad del poder?, y también, ¿Que pienso “yo” de todo esto?”. (La historia desbocada tomo 1).. Osea, los medios dan respuestas, no forman pensamiento.
Ahora, eso es desde la teoría, desde nuestra concepción, nuestro pensamiento, pero la realidad es otra.
Miles y miles de personas dicen lo que los medios dicen,
Es conocido el caso de los taxistas en capital. En la época menemista radio diez fue comprada por Adhad, entiéndase Menen, entiéndase los empresarios que apoyaron y mantuvieron su gobierno. Esta radio tiene un gran alcance, es la única que se escucha con nitidez en microcentro.Bueno, entonces, los taxistas escuchan masivamente esta radio.Cuando uno subía al taxi, el taxista empezaba con un monologo de “sus” ideas. ¿Cuál es entonces el problema?, bueno, que los taxistas no pensaban, sino que eran pensados, volviendo a Heidegger, vivían en estado de interpretado, es decir por las horas y horas de escuchar esa radio, no pensaban, eran pensados, decían lo que radio 10 decía. Pero sin embargo este no es un ejemplo aislado, porque sabemos que esto tambièn sucede hoy en dìa en inmensidad de casos.
Llegamos a nuestras casas prendemos el televisor, ponemos T.N.. la inseguridad nos agobia, el dengue asola la tierra, y obviamente el denuesto o la exaltación de los políticos, según su conveniencia. Salimos a la calle, vamos a un bar, y la misma situación, vamos a un club, o donde sea, sin encontrar otro resultado.
El consumo es efímero, o vivimos, como dirìa Heidegger, en la “avidez de novedades”, todo es efimero, todo se consume, todo se pierde.Es ahí en el punto en el cual se instalan apócrifamente los medios de comunicación. Estamos acostumbrados a la inmediatez, a la nada. Por eso la gran influencia de los medios de comunicación, son casi únicamente, nuestra fuente de información y en gran medida lo inmediato es nuestra única formación, lo temporal, lo que se pierde en mínimo tiempo.
Es ahí en donde nace la nada, porque el pensamiento sin la posibilidad de la pregunta, no es pensamiento, no hay pensamiento sin critica. La nada, es la nada del pensamiento, no hay pensamiento, no hay pensamiento porque no hay preguntas, no hay pensamiento porque no hay crítica (hablamos de crìtica en el sentido kantiano, es decir, hacer un analisis, reflexionando, después de este proceso, la inclinación por determinada postura).
Pero esto también es teoría, porque lamentablemente esas respuestas que dan los medios, son, para muchos, pensamiento (lo es para ellos, no para nosotros, decimos, están errados cuando creen que “su” pensamiento, es realmente “su” pensamiento y no las respuestas que el poder quiere escuchar). Y la inmediatez es la inmediatez del consumo de la información, nuestra información se pierde o aparece según la agenda de los medios, no hay formación previa, nuestra información, nuestro pensamiento es lo que los medios nos imponen. Escuchamos lo que los medios quieren que escuchemos, decimos lo que los medios quieren que digamos.
Eso es manipulación de la información. Eso tambièn es inmediatez, prendemos el televisor y consumimos información, abrimos un diario con el mismo resultado, eso es la inmediatez, inmediatez que, digámoslo, puede ser ciertamente “perdurable”, y esa perdurabilidad depende de la agenda mediática, si los medios, entiéndase el poder que controla los mismos, dejan de hablar de un tema, osea, dejan esos temas de salir en la tele, en los diarios y la radio, el debate se termina, porque son ellos quienes imponen la “agenda” de debate (que en realidad llega a no ser debate, sino una complacencia mayoritaria),
Eso es la inmediatez, consumimos cada vez más y más, eso es lo que Heidegger llamaba “avidez de novedades”, se nos abruma con información superflua, consumimos y consumimos, sin saber que es lo que estamos consumiendo.
Sin dudas la cuestión está en tener decisión, ya lo dijimos; en palabras de Sartre: “el hombre es, lo que hace, con lo que hicieron de èl”.O como dacia el maestro Arturo Jauretche: “cuando el zonzo se da cuenta de su zoncera, deja de ser zonzo.”
Es así, ahí está la decisión, pero vuelvo a decir, estamos acostumbrados a la nada, es decir, al no hacer, y no hay decisión en el no hacer, hay no-decisión hay no-hacer. La decisión está en el hacer, en el acostumbramiento no hay elección, hay falta de elección.
Tenemos que salir de la minoria de edad, pero no entendamos la expresión desde el punto de vista juridico, sino, desde el màs puro y profundo sentido kantiano. Asì nos lo dice Innmanuel: “la minoria de edad estriva en la incapacidad para servirse de su propio intelecto, sin la direcciòn de otro (…), màs adelante nos dice “!es tan cómodo ser menor de edad!, si tengo un libro que piense por mi, un pastor que reemplaze mi conciencia moral.(…).
Los medios forman conciencias para que no sean críticas con su modelo, el modelo de los grupos económicos, y forman conciencias para que sean “criticas” (en realidad no creemos que estas conciencias sean realmente criticas, no hay critica sin reflexión, sin pensamiento, no hay crítica si tomamos como propio, lo dado) con aquellos que son críticos con ese modelo, en concreto, forman conciencias para que sean “criticas”, con las verdaderas conciencias críticas.
Los medios de comunicación son sin dudas uno de los cuatro poderes de la republica, no solo en nuestro país, y a veces no se sabe con seguridad si realmente son el cuarto poder u ocupan un lugar de mayor importancia, y creo por todo lo dicho, que en Argentina (y quizás en la mayoría de los países) es mucho màs que eso, mucho más que el cuarto poder, es, sin dudas, un poder mucho más importante y riesgoso.

Gabriel Erviti.

Agroquìmicos: indiferencia oficial ante un informe sobre malformaciones y cancer.

La capital. 5 de abril de 2009.

Un estudio detectó que en las poblaciones rurales del sur provincial los casos de malformaciones en niños superan 10 veces la media latinoamericana; y la cantidad de cánceres hormono-dependientes, como son de testículos y ovarios, también superan varias veces la media nacional. A pesar de su relevancia, la investigación duerme desde hace casi tres años en los despachos oficiales.
El estudio fue realizado por profesionales del Hospital Italiano, el Ministerio de Salud de la Nación, la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Ambiente, la Federación Agraria Argentina, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe.
"Después de que se presentó oficialmente, en 2006, no pasó nada, no hubo programas ni políticas, ni del Ministerio de Salud nacional, que financió la investigación, ni de la provincia, que debió haber recepcionado los resultados", disparó el coordinador del proyecto y director de la Unidad de Medio Ambiente y Salud Reproductiva del Hospital Italiano, Alejandro Oliva.
El especialista destacó que "si se ponen en relación estas enfermedades con las condiciones ambientales, podemos decir que el 90 por ciento de los casos detectados se produjeron a unos 300 metros de los focos de riesgo estudiados, que son acopiadores de granos y agroquímicos, feed-lots, basurales y transformadores con PCB".
El proyecto, que recobró relevancia luego de que la Justicia ordenó el 16 de marzo pasado la suspensión de las fumigaciones en la localidad de San Jorge, comenzó a desarrollarse en 2001 y abarcó las localidades de Bigand, Carreras, Alcorta, Santa Teresa y Máximo Paz, además de la bonaerense Pérez Millán.
Oliva detalló que "en todos los casos se trata de áreas altamente explotadas en los últimos 50 años por actividades agroproductivas, y que estuvieron expuestas a diferentes agroquímicos".
La investigación no sólo estudió los casos de malformaciones congénitas infantiles como hipospadias y criptorquidias, problemas masculinos que tienen relación directa con la cuestiones ambientales y el uso de agroquímicos, sino también los cánceres hormono-dependientes (próstata, mama, testículo y ovario), ambos marcadores del impacto del medioambiente.
Resultados. En el caso de las malformaciones urogenitales se estudiaron los registros de Carreras y Máximo Paz. En estas comunas, los casos de criptorquidias, una patología que se caracteriza por el no descenso de los testículos (ver infografía) es ocho veces mayor a la media nacional, y la hipospadia (el pene no se desarrolla de manera usual) supera esos registros 14 veces. Y en Máximo Paz, la incidencia de hipospadias llega a superar 20 veces los índices esperados.
"No quedan dudas de que en materia de malformaciones existe un problema serio", sintetizó Oliva, quien indicó que "en los casos de cánceres, el análisis es más complejo".
En los hombres se detectaron cánceres de testículos que triplican la media nacional, al igual que los casos de cáncer gástrico. Los de páncreas y pulmón duplican la media, y los de hígado son diez veces mayores a la media.
En las mujeres, los cánceres de ovarios duplican la incidencia media y los de cánceres hepáticos son seis veces mayores a los registros nacionales.
Medio ambiente. Oliva indicó que "se puede sospechar que hay una relación entre estas enfermedades y las condiciones del medio ambiente, que incluyen el uso de agroquímicos, la calidad del agua —que en esa zona tiene altos niveles de arsénico— y los demás factores de riesgo".
También aseguró que "el 90 por ciento de los casos de estas enfermedades se presentan en todas las localidades bajo estudio en el radio de 300 metros o menos de los puntos de riesgo", y puso en juego otro concepto, el de "sinergismo".
"Muchos de estos factores de riesgo, en baja dosis, producen gran impacto, y esto es lo que sucede en esta zona. La existencia de agroquímicos acumulados en el organismo de la gente se mantiene allí hasta 50 años. También se acumula en los animales, el suelo y los sedimentos. Pero a esa contaminación se suma agua con altos tenores de arsénico, napas con nitritos y nitratos, que son productos de los feed-lots. Todo eso, más la fumigación, se combina y está teniendo un alto impacto", explicó.
"Lo que manifiesta la gente es que «algo está pasando», pero no saben qué y tampoco saben cómo interpretarlo. Es más, estas comunidades se sintieron desnudas cuando se planteó esta problemática y no relacionan factores de riesgo ambientales con enfermedad", explicó el director de la investigación.
Sin embargo, el médico reconoció que "en los últimos meses, en el sur provincial, apareció el reclamo de la gente ante las fumigaciones y hasta hubo intervención de la Justicia. El planteo sube desde las propias comunidades", aseguró.

viernes, 8 de mayo de 2009

El muro

Pàgina 12. 13 de abril de 2009.

El filósofo Ricardo Forster pone en situación el proyecto de levantar un muro para separarse de los pobres: una metáfora brutal de la exclusión, el racismo y la criminalización de los sectores más vulnerables. Las clases medias, la herencia del menemismo y la campaña por atemorizar a los habitantes con el Apocalipsis.

Por Ricardo Forster *
Opinión
Hay acciones que se convierten en metáforas de lo que guarda dentro de sí una sociedad; acciones que se escinden de sus ejecutores para ofrecernos el diagrama profundo de aquello que sólo se dice a medias o que se busca nombrar de modos elusivos y eufemísticos. Algo de todo esto se manifestó con la acción de construir un muro que tenía como principal objetivo aislar a los barrios humildes, a las villas de emergencia de las zonas “decentes” llevada adelante por el intendente Posse de San Isidro.
Una acción brutal cuyo núcleo argumentativo venía a expresar la alquimia de exclusión, de racismo y de criminalización de los sectores más vulnerables de la sociedad, aquellos que siguen viviendo en la pobreza y en la fragilidad y que son representados, en el imaginario de gran parte de las clases medias, como los causantes de todos sus males y los responsables de la inseguridad que atraviesa sus vidas. El muro se transformaba, desde esta visión administrativo-represiva de las poblaciones indeseables, en la afirmación de una radical negación: la del otro como sujeto de derechos y como parte inescindible de la compleja trama de la vida de una sociedad. Ese otro, pobre y definido como delincuencial, sufriría, a través de esa acción punitiva, una doble invisibilización: en tanto persona que se entremezcla en las calles de la ciudad con sus conciudadanos de otras clases sociales y, al mismo tiempo, como portador de una diferencia imprescindible en la genuina construcción democrática de una sociedad en la que el litigio por la igualdad constituye el verdadero meollo de nuestra actualidad.
Con el muro, lo digan o no sus constructores, los que llevaron adelante la obra y los que la desearon aunque no lo confiesen públicamente, lo que quieren que quede afuera para siempre es esa exigencia de los incontables por ser parte del reparto, por alcanzar aquello que desde la antigüedad griega ha prometido la metáfora democrática: la igualdad. El muro es una respuesta a cualquier intento de plantear una redistribución más justa de la riqueza (tanto material como simbólica), constituye el gesto soberbio de ciertos sectores político-económicos por borrar de la memoria colectiva cualquier referencia a la equidad sustentada en los principios de la movilidad social y del intercambio.
La ingeniería social rudimentaria puesta en movimiento por quien supone que es posible “aislar” el bacilo productor de la peste no hace más que volver evidente la descomposición cultural que se expresa en las “soluciones” diseñadas por las derechas contemporáneas, aquellas que reclaman el fin de las ideologías, la supuesta disolución de las arbitrariedades políticas ligadas a izquierdas y derechas, en nombre de un pragmatismo de mercado que les habilita la posibilidad de ejercer a su gusto el poder. Cuando nadie se reclama de derecha, cuando se silencia la tradición política de la que se forma parte, es precisamente cuanto más activamente funciona esa misma visión del mundo que lleva dentro suyo la construcción del muro. En San Isidro han sabido poner en acto el modelo de organización de la sociedad que hoy, entre nosotros, representa esa misma derecha vergonzante que no acepta nombrarse como tal.
El muro es también una respuesta literal, y por eso imposible de ser aceptada por aquellos, insisto, que en el fondo lo desean, a las demandas enfebrecidas de amplias clases medias que han sido capturadas por el mensaje unívoco y amarillista de gran parte de los medios de comunicación. Esos mismos medios que hoy salen a criticar al intendente Posse cuando han sido, una y otra vez, los promotores de la criminalización de la pobreza y han multiplicado hasta el hartazgo el miedo de esas mismas clases medias urbanas que desearían que los pobres sean efectivamente invisibles, que habitaran extramuros sin volverse una constante amenaza para su seguridad. Cómo no establecer una línea directa entre el amarillismo mediático, las intervenciones revanchistas y socialmente impunes de algunas estrellas del espectáculo que lanzaron el grito histérico pidiendo la pena de muerte, la frustrada convocatoria hecha a la ciudadanía “indefensa y honesta” por un cura y un rabino que discursearon y sermonearon con los lenguajes típicos de la derecha más rancia, con la acción directa, sin mediaciones, que llevó al intendente Posse a metabolizar ese gesto de clase y racista a través de la construcción del muro. Posee actuó lo que aquellos otros insinuaban pero no se atrevían a proponer.
El muro, el deseo de su construcción, es, también, la herencia de los noventa menemistas, la conclusión de un proyecto de país montado sobre la lógica de una inclusión excluyente, es decir, de una lógica que naciendo de los parámetros del mercado, parámetros de éxito y violencia, de triunfo de unos pocos y de desdibujamiento de los muchos, acabó por multiplicar la desigualdad y la marginalidad allí donde fue deshaciendo los restos de una sociedad que supo atravesar por etapas de mayor equidad y que supo de un Estado que se constituyó como distribuidor más justo de la riqueza, de ese Estado que fue bombardeado por el neoliberalismo hasta prácticamente desfondarlo en su función bienestarista para sólo dejarlo como máquina represiva. El resto tumefacto de aquellas políticas de desguace se expresa en la construcción del muro allí donde viene a representar la retirada definitiva del Estado de su función de cuidado y protección de los más débiles para convertirse en garante de su más radical exclusión. Ese es uno de los meollos de la restauración conservadora que moviliza a un amplio espectro de la oposición política, económica y mediática: el regreso a un tiempo del poder en el que no se planteaba el problema fundamental y fundante de la redistribución de la renta y en el que los “humores del mercado” determinaban las prácticas reales de un Estado desquiciado y vaciado de cualquier contenido genuinamente democratizador.
El muro, el intento de su construcción, es el fin de la democracia, constituye el intento más despiadado por reducir a una existencia de gueto a quienes, por otra parte, son transformados en aquello que el filósofo italiano Giorgio Agamben definía con la categoría de “nuda vida”, es decir, los que carecen de derechos y de visibilidad, los que son cuerpos disponibles para la represión y el aniquilamiento (éste es el “secreto” que no se dice en el reclamo de la pena de muerte, en esa suerte de generalización del “gatillo fácil” o en la producción de nuestros propios escuadrones de la muerte que se encarguen de limpiar de “impurezas” las calles de la ciudad “decente”). Sin que el intendente Posee lo sepa, desconfiamos de su formación intelectual, el muro que él intenta construir es heredero de otros muros que tenían como principal cometido aislar, despiojar y, finalmente, eliminar a todos aquellos que cayeran fuera de las gramáticas de la inclusión y de la normalidad: leprosos, locos, sifilíticos, prostitutas, judíos, gitanos, homosexuales y, ahora, pobres. Tal vez el más ominoso de los muros fue aquel que inició su derrotero histórico en la lejana Venecia del Renacimiento, de ahí su nombre maldito de “gueto”, hasta los que construyó el nazismo en distintas ciudades de Europa oriental para encerrar a las poblaciones judías que luego serían enviadas al exterminio. Muros se siguieron construyendo, siguieron siendo la expresión de la brutalidad y de la violencia, de Berlín a la Franja de Gaza y, ahora, en ese intento que esperamos fallido de realizarlo en los suburbios de Buenos Aires.
Pero no se trata de reducir el problema a la decisión de un intendente, blanco ahora de muchos de los que vienen propiciando la construcción de otros muros, aquellos que se levantan cuando se criminaliza al pobre, cuando se multiplican las imágenes del miedo y se deja que una retórica impúdica arrojada como veneno en estado puro por ciertos medios de comunicación penetre lo más hondo del sentido común hasta dejar que libere lo peor, lo más brutal y canalla, el puro deseo de represión, violencia y muerte. Entre Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Cacho Castaña, la infinidad de noteros que sin pudor arrojan palabras multiplicadoras del efecto fascistizante y el intendente Posee y su decisión se manifiesta quizá lo más simple y hasta pueril, el resentimiento elemental, la barbarie de la ignorancia; pero en aquellos otros que desde el poder económico y mediático, desde su lógica corporativa y desde la sacrosanta rentabilidad buscan horadar los intentos, aunque débiles pero no por eso menos significativos, por darle forma a un abandono de las políticas neoliberales, lo que se evidencia no es la espontaneidad revanchista surgida del miedo sino la consciente construcción de un muro que perpetúe las injusticias y las desigualdades.
El intendente Posee, seguramente espoleado por algunos vecinos connotados de San Isidro y envalentonado por la brutal campaña mediática que no busca otra cosa que aterrorizar a los habitantes de la ciudad multiplicando hasta el hartazgo las imágenes del Apocalipsis cotidiano, de ese, así nos lo dicen fervorosa y continuamente desde las pantallas televisivas, que atraviesa nuestra vida de todos los días al salir de nuestras casas o que, incluso, ha llevado su amenaza al interior de nuestros hogares, no ha hecho otra cosa que hacerse cargo en acto del mapa de la seguridad insegura ofrecido como gran panacea por un De Narváez. La lógica es impecable: dentro de un modelo social que criminaliza al pobre y que valora por sobre todas las cosas la propiedad y la riqueza, lo único importante, lo que funda su programa político, es la meticulosa intervención punitiva, la ampliación de la vigilancia y del castigo. A esa lógica que intento describir le cabe perfectamente una denominación clásica de la política: ser de derecha, buscar defender a ultranza los intereses de aquellos mismos que generaron las condiciones para la multiplicación de la misma pobreza que hoy buscan invisibilizar y castigar. De eso se trata el intento de restauración conservadora que moviliza las fuerzas y los entusiasmos de una parte no desdeñable del arco político argentino, del mismo que hace malabarismos para hablar en nombre de la democracia y de la calidad institucional cuando no hace otra cosa que recrear las condiciones ideológicas para la proliferación de los muros de la exclusión.
* Doctor en Filosofía, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

Segura inseguridad.

La seguridad es uno de los pilares fundamentales de una sociedad
Escuchamos en la actualidad y recordamos hechos de la historia en que el pedido, digamos además, exasperado, fue por la seguridad, se pidió (y se pide) una y otra vez por una mayor seguridad.
Vuelvo a decir y reafirmo, que la seguridad es un pilar fundamental de la sociedad, digamos en realidad, para ser más precisos, de esta sociedad, la sociedad de hoy, esta sociedad de la que formamos y somos parte cada uno de nosotros.
Aunque es necesario decir que también sucedió en numerosos momentos de la historia.
Es decir, la seguridad es uno de los pilares fundamentales de esta sociedad, esto es real, es una realidad, osea, es algo palpable, reconocible en la situación en la cual estamos inmersos.
Ahora digamos, ¿debería ser la seguridad un pilar fundamental de la sociedad ?.
La respuesta rápida y simple sería que si, quien puede abogar en contra de la seguridad, hay asesinatos, secuestros, violaciones, robos, nadie está a salvo.
Pareciera que es bastante convincente esta respuesta, pero, ¿resiste un análisis un poco más profundo ?.
Yo me pregunto, ¿debe ser la seguridad el adalid de una sociedad? Sin dudas que no, porque si bien es cierto que la delincuencia es enorme, los asaltos muy numerosos y la sensación de inseguridad muy alta, y esto a su vez potencia la desconfianza y miedo de las personas que profundizan su sentimiento de descreimiento hacia las fuerzas publicas y fortalecen su pedido por la seguridad, por el gran descontrol y la inseguridad reinante, inseguridad que siempre no es de tal magnitud y que se llega a concebirla de tal manera justamente por esa sensación de inseguridad que no es la inseguridad real y que termina por engendrar mayor violencia.
Pero este tema, de la sensación de inseguridad, es demasiado importante y extenso como para simplificarlo de sobremanera aquí, lo dejaremos para otra ocasión.
Retomamos la cuestión.
La inseguridad real, la inseguridad en si, no puede ni debe ser adalid de la sociedad(o por lo menos lo que comúnmente se entiende por inseguridad), hay inseguridad, pero por sobre todas las cosas hay problemas de fondo, mucho más profundos, íntimos y preocupantes.
Si bien se puede decir que la inseguridad es algo inmaterial, necesita irremediablemente de sujetos para poder hacerse presente, es decir, necesita de vehículos, hay sujetos vehículos de la inseguridad, personas, seres humanos que causan esa inseguridad, quienes provocan robos, secuestros, violaciones, asesinatos.
Pero en el interior de ese sujeto, como de todo sujeto, fuera de ese escenario, o, si se quiere, rol particular, hay todo una vida (sean personas de 40, 50, 60 años o sean de 20, 15, o 10, porque al fin y al cabo es toda ”su” vida) o siguiendo la misma línea, varios roles además de ese.
Ahora, debemos decir que cuando se habla de inseguridad, se habla también, como dijimos, de sujetos, pero no de cualquier sujeto, si no de personas de clase baja que delinquen.
Porque eso es lo que se entiende por inseguridad, inseguridad hacia el pobre, o para ser realistas y sinceros, usamos la palabra habitual, al “negro”, miedo a lo que es distinto a mi, miedo al negro que no tiene ni educación ni cultura.
Es en ese mismo momento en el que reconocemos a esa persona, al otro, a ese que nunca existió, hasta que me robo.
Porque si, los reconocemos cuando roban, no pensamos ni sabemos porque lo hacen ni nos importa y si alguna vez llegamos a la idea de que es por falta de educación, de cultura, hasta ahí llega la cosa, siempre ese es el limite, no vamos mas allá y nunca, pero nunca, pensamos en ayudarlos a cambiar su situación.
Porque así es, los vemos solo cuando salen a robar.
Porque pasan hambre, pero yo no los veo, pasan frío, pero no los veo, las enfermedades se multiplican y fortalecen, pero no los veo, pero por sobre todas las cosas, los chicos sufren y nadie los ve, nadie los quiere ver (yo tampoco quisiera verlos, pero están, es así, existen y sufren, no podemos mirar para otro lado).
Chicos que no tienen derecho a una casa, ni a las cuotas básicas de alimentación, ni a la vestimenta, pero también tienen negado un derecho fundamental de la niñez, que sin dudas debemos poner entre aquellos como básico, el derecho a jugar, a divertirse.
Porque si, miles y miles de chicos pasan por la vida esquivos de la infancia, porque efectivamente la niñez es juego, diversión, pero por una cosa u otra, no la pueden vivir, tienen con su corta edad, que salir a trabajar y no solo pierden esos ratos importantísimos para todo niño, el tiempo del juego, sino que además pierden la posibilidad de ir a la escuela, porque esta es un impedimento para sus horas de trabajo que le dan subsistencia.
Pero ni siquiera termina ahí, la misma falta de vivienda y alimentación, generan desgano constante, no tienen ganas de jugar, no tienen ganas de divertirse.
A estos chicos se le saltea la niñez, porque pierden la esencia de esos días, se vuelcan rápidamente a la adolescencia, que los lleva a tomar responsabilidades impensadas. Pero ésta, es también en ellos, excesivamente corta, porque son ellos, que no tienen estudio, que les falta educación, les falta cultura, quienes tienen que empezar a valerse de sus propios medios para poder sobrevivir.
Pedimos una y otra vez por una mayor seguridad, pero ¿sabemos que es la inseguridad?, ¿es esa la inseguridad por la cual más tenemos que preocuparnos?, ¿no debemos preocuparnos por la inseguridad real, de base, de fondo?.
¡Porque si!, existe una inseguridad de fondo, que es aquella que viven aquellos que nosotros acusamos de provocar nuestra inseguridad.
Esa es la inseguridad mas preocupante, la inseguridad de no saber donde dormir, no saber que comer, y lo que es peor, no saber que van a comer nuestros hijos, la inseguridad de no saber si vamos a poder soportar la envestida de enfermedades, que son cada vez mas numerosas, y peor aún, no saber si vamos a poder salvar a nuestros hijos, y la inseguridad siempre latente de que nuestros hijos busquen en las drogas la forma de escapar de esa vida de miseria y sufrimiento.
Pero por sobre todas estas cosas hay algo fundamental.
Para que haya tanta inseguridad, sin dudas debe haber algún tipo de seguridad.
Si, la seguridad de la existencia de un sistema que quiere que hagamos lo que estamos haciendo, que peleemos entre nosotros por cuestiones totalmente superficiales y no veamos la terrible injusticia que hay detrás, que sigamos peleando entre nosotros, enfrentándonos, mientras ellos se ríen a nuestras espaldas.

Gabriel Erviti.